Zamora
Zamora se encuentra al noroeste de la Península Ibérica, en la Comunidad de Castilla-León, al lado de la frontera con Portugal. Zamora es un regalo del río Duero que baña hermosamente sus tierras. Esta ciudad cautivará y sorprenderá al viajero.
En Zamora, se puede disfrutar con su paisaje, sus monumentos, sus lugareños, su gastronomía y su esencia castellana. Se fundó en la época de los romanos con el nombre de Ocelo Durri, “el ojo del Duero”. Zamora vivió su mejor etapa durante el siglo XII; así, su patrimonio románico es considerable.
El casco antiguo de la ciudad de Zamora fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. Conserva su estructura medieval urbana y está aún parcialmente rodeado de murallas.
Esta bella ciudad castellana está dominada por el castillo, de cuya primitiva construcción en el siglo XI solamente quedan los cimientos. El resto de sus elementos son del siglo XV e incluso del XVIII. Todavía conserva el amplio foso, el patio de armas y la torre de homenaje.
La Catedral de San Salvador sobresale como templo románico del siglo XII. Dentro de ella, hay que fijarse en su fachada neoclásica, su torre de 45 metros y su sobrio claustro con el Museo Catedralico.
Por otro lado, Zamora cuenta con varios monumentos románicos como la Iglesia de la Magdalena, la Iglesia de Santiago del Burgo, la iglesia de Santa María la Nueva, la iglesia de San Cipriano y la Iglesia de San Idelfonso.
Además, Zamora luce diversos monumentos civiles notables como el palacio de los condes de Alba de Aliste, un edificio renancentista que actualmente es un parador nacional; el palacio de Puñoenrostro o del Cordón que hoy en día alberga el Museo Arqueológico y de Bellas Artes; el Museo Etnográfico de Castilla-León; el Museo de la Semana Santa; y el Museo de Baltasar Lobos, un escultor local de prestigio internacional.
Gastronomía y tapeo de Zamora
Zamora presenta una amplia y sobresaliente oferta gastronómica y de ocio. Hay dos zonas de bares de tapas, restaurantes y ambiente nocturno: la plaza Mayor y la calle de los Herreros. También en Zamora se puede comprar cazuela de Pereruela, botijos de Moveros de Aliste, bordados de Carbajales de Alba y mantas zamoranas. Pero vamos al detalle.
Como cualquier otra ciudad castellana, abundan los locales de tapeo. Aquí nos aguardan cachuelas, mollejas, perdices (lomos de boquerón rellenos y rebozados), figones (embutidos rebozados) o choquitos (chipiriones a la plancha). Muchos de estos bares se localizan en las calles San Torcuato y Horno de San Torcuato.
Otra zona de vinos y tapas se sitúa en las inmedicaciones de la plaza de la Farola (calles Príncipe de Asturias, Alfonso IX, Pablo Morillo y Requejo). Algunas direcciones recomendables son: Benito (muy buenas sus bollitas de bechamel y lomo rebozadas), Antonio (caldo y tortillas) y Montenegro (gambas a la plancha y jamoncitos). De ambiente más juvenil y desenfadado son los mesones de la calle de Los Herreros.
La mayoría de los cafés se encuentran en el casco histórico de la ciudad. Aureto (calle Arcipreste), iluminado con tonos delicados, es frecuentado por escritores y demás intelectuales. Caché (plaza de los Cientos), a un paso del interior, está decorado con sobria elegancia y organiza exposiciones.
La calle de los Herreros se anima desde la tarde con cuadrillas de jóvenes. La aglomeración se prolonga Herreros abajo, al pie de la muralla, en la plaza de Santa Lucía, donde se reúne un público joven. Por supuesto, la zona de la Plaza Mayor es lugar de ebullición permanente. Y, ya de madrugada, se puede desayunar en la cafetería San Remo (en la avenida de Alfonso IX) o en la Chocolatería San Juan.
Por otro lado, se puede adquirir una típica manta zamorana en alguno de los numerosos establecimientos de la ciudad. Sobresale Productos Zamoranos (Tres Cruces, 35) con las mejores legumbres de la tierra, quesos y vinos de Toro. Además, hay que acudir a las Bodegas Fariñas (Amargura, 21) y las Bodegas Luis Mateos (Doctor Villalobos, 24).
Por último, podemos encontrar los mejores dulces en el monasterio de Santa María la Real de las Dueñas (Camino de Fuentesaúco, s/n), La América (calle Viriato) y La Rúa (Rúa de Francos, 10).
