Tortosa, una maravilla catalana

Tortosa  es la capital de la comarca del Bajo Ebro, ubicada en la provincia de Tarragona (Cataluña) y en la orilla derecha del río Ebro, cerca de su desembocadura. En la actualidad, es un notable núcleo agrícola y comercial.

La visita arracna con la Catedral de Tortosa, el monumento más importante de la ciudad. La fábrica es de estilo gótico tardío y comenzó a construirse en el año 1374 en el mismo lugar en el que se habían ido sucediendo el foro romano un templo visigótico, una mezquita árabe y una iglesia románica. Esta última se erigió después de  la reconquista de la ciudad por las tropas cristianas y fue derruida en la mitad  del siglo XIV.

La consagración del templo se efectuó en 1547, si bien la obra no estaba concluida. De hecho, la construcción se alargó hasta bien entrado el siglo XVIII. El interior de La Catedral presenta  tres naves, y entre los contrafuertes se hallan las capillas. Entre ella, destaca  la capilla de la Mare de Déu de la Cinta, con rica ornamentación barroca del siglo XVIII, que conserva el supuesto cinturón de la Virgen. Asimismo, hay que fijarse en el retablo de Santa María, el tesoro de La Catedral y el claustro.

Enfrente de La Catedral está el Palau Episcopal que fue levantado entre los siglos XIV y XVI; representa un magnífico ejemplo de palacio gótico. Cerca de este palacio, se encuentran otros dos palacios, el palau dels Oliver de Boteller y el palau Despuig.

Asimismo, el conjunto renacentista de Los Reales Colegios de San Lluís y de Sant Domènec era la sede de los Estudios Generales de Tortosa. El primero es un antiguo monasterio dominico que fue reconstruido en el siglo XV, mientras que el segundo se erigió por orden de Carlos V y alberga el Museu de les Torres de l’Ebre.

Finalmente, en los alrededores de Tortosa se puede visitar el Parque Natural del Delta del Ebro, una enorme zona deltaica formada por sedimentos depositados por el propio río y que se ha convertido en un importante lugar de descanso para las bandadas de aves migratorias.