Tárrega, una preciosidad catalana

Tárrega, una de las más activas y bonitas ciudades de Lleida (Catalunya), está ubicada en la ribera del río Ondara, entre el antiplano de la Segarra y el llano de Urgell. Se trata de un sobresaliente cruce de caminos entre la montaña y el mar, lo cual le ha proporcionado enorme vitalidad económica. Cuenta con un esplendido casco antiguo que sirve de escenario en la feria anual de teatro.

Durante el segundo fin de semana de septiembre se celebra la Feria del Teatro el cual convoca a los mejores grupos de la escena mundial en la modalidad de teatro callejero. Se ha convertido en una de las ferias más importantes del continente europeo y todo un icono para esta localida catalana.

Uno de los principales edificios que se debe visitar  es el templo neoclásico de Santa María de l’Alba, en la Plaça Major, obra de finales del siglo XII y comienzos del XVIII que sustituyó una antigua iglesia gótica. A la misma plaza da la fachada del Ayuntamiento (1674). Preside la plaza una cruz  gótica, reproducción hecha por el escultor Carles Anadon de la original que pudo tallar en estilo flamígero el maestro Pere Joan.

De aquí parte el Carrer Major, con sus magníficas casas señoriales con puertas y ventanales de piedra picada y pequeñas callejuelas que se bifurcan y van a a parar a preciosos lugares, como el antiguo barrio judío. En la misma calle, se encuentra la casa de escritor Manuel de Pedrolo y el Museu Comarcal de l’Urgell.

En la plaça de Sant Antoni, surgió  la primitiva población, a los pies del castillo, del que aún quedan algunas ruinas sobre un pequeño cerro al norte, detrás del hospital de Sant Antoni. Además, hay que fijarse en la iglesia de Sant Antoni y la Biblioteca Comarcal.

Por otro lado, la confluencia de las calles del Carme y de Santa Anna han creado uno de los rincones más orginales de Tárrega. La doble esquina semicircular que comparten ambas calles conforma un triángulo, subrayado por el hecho de que se han mantenido las aceras porticadas en las tres caras.

Por último, se puede visitar el Palau del Marquesos de la Floresta, la casa Sobies, la plaça del Carme o El Pati, y el Monument als Païs Catalans.