Daroca, un bello rincón aragonés

Daroca es una preciosa ciudad ubicaa a 84 kilómetros de Zaragoza (Aragón), en la depresión del río Jiloca. Conocida como la Ciudad de los Corporales, fue, desde su fundación por los musulmanes y durante siglos, la llave de paso al valle del Jiloca y vía natural de comunicación del valle del Ebro con Levante y la Meseta. En la actualidad sigue  siendo un lugar de ineludible visita por la riqueza y variedad de su legado histórico, artístico  y monumental.

La hermosa Puerta Baja, agrandada y embellecida en época del emperador Carlos V, y la Puerta Alta, ampliamente reformada en el siglo XVII, cierran por sus dos extremos la Calle Mayor, en torno a la cual se organiza todo el caserío y la red arterial.

En primer lugar, sobresale  el gran perímetro amurallado, que con algunos torreones todavía  en pie circunvala desde los cerros de San Cristóbal y de San Jorge un recinto dos veces superior al casco urbano. Esta dilatada muralla, construida y recontruida entre los siglos XII y XIX, contó con  numerosos bastiones, hasta 12 torreones y un profundo foso a lo largo de todo su perímetro exterior, elementos básicos para la defensa de la ciudad y de su castillo.

Al margen de los notables edificios que jalonan la calle Mayor (Casa de los Luna, Casa de la Comunidad y Casa de Cervera), hay que visitar la Colegiala de Santa María, también llamaa como Nuestra Señor de los Corporales, ubicada en la plaza de España. Asimismo, sobresalen la puerta del Perdón, el Museo Parroquial, el órgano, la torre y varias, especialmente, la de los Corporales, antigua cabecera de la primitiva iglesia románica.

No lejos de la colegiata hacia el oeste, se encuentran la iglesia de San Juan, la iglesia de San Miguel y la iglesia de Santo Domingo. Completan el catálogo monumental de Daroca la fuente de los Veinte Caños, los conventos de Santa ana, de los Escolapios y de las Dominicas, así como la ermita rupestre de Nuestra Señora de Nazaret.