A unos 40 kilómetros de Vitoria (Alava, País Vasco), Elciego se encuentra rodeado de un paraje de gran belleza y de notable reputación vitícola por la calidad de sus caldos, que se elaboran en cepas que surgen de terrenos calizo y esponjosos.
El pueblo luce recias casas de piedra de silleria, muchas de ellas blasonadas con escudos barrocos, balcones, rejas de forja y aleros de madera noble tallada, que junto a la bella iglesia de San Andrés son varios hitos del Elciego. También sobresale la magnífica obra que el arquitecto Frank Ghery ha formulado para la bodega del Marqués de Riscal.
La iglesia de San Andrés es el principal icono de Elciego. Su origen es gótico como lo demuestran sus arcos ojivales para terminar su construcción en estilo renacentista. En el templo, destacan dos torres desiguales que vigilan una portada con siete balcones encima de un gran arco. El interior hay que fijarse en el coro, la sacristía, los retablos del crucero, ,la pila bautismal y el espléndido órgano de inicios del siglo XIX.
Además, hay que visitar varias ermitas en Elciego. La ermita de la Virgen de la Plaza, ubicada en la plaza Mayor y erigida en 1764; la ermita de San Vicente; y la ermita de San Roque.
Por otra parte, llama la atención el Ayuntamiento que está en la plaza Mayor. En su fachada destaca un escudo imperial con el águila de dos cabezas y el toisón. También sobresalen otros edificios civiles como la Casa de la Venta o Posada, el Palacio de los Acha y la Casa de los Hierros.
Asimismo, justo a la entrada del pueblo se halla La Picota, símbolo de poder otorgar la justicia por el Elciego después del nombramiento de villa concedido por el rey Felipe II.
Finalmente, sobresale la Ciudad del Vino, la nueva bodega del Marqués de Riscal. La estructura, con grandes planchas de titanio que recubren el cuerpo central, reflejan la luz del sol en diferentes tonalidades en un alarde de simbolismo: rosa (vino tinto), oro (la malla que cubre la botella), y plata (la cápsula del tapón).
