La preciosa villa marinera de Santa Pola se encuentra en la provincia de Alicante (Comunidad Valenciana). Se ha erigido en un notable centro turístico por sus amplias playas, sus pequeñas calas y sus playas vírgenes. La ciudad, metida entre la Sierra de Santa Pola y las rosadas aguas del Parque Natural de las Salinas, gira entorno a su castillo. En su horizonte se ve la isla de Tabarca.
De la plaza Diputación da inicio una de las principales vías de la ciudad, la calle Elche. Bajando por ella, se flanquea El Palmeral, donde se pueden ver restos de una zona comercial con muros de viviendas, además de los cimientos de almacenes y una factoría de salazones, del antiguo Portus Illicitanus. Sin embargo, los vestigios más sobresalientes corresponden a una bella casa romana en la que se conservan mosaicos geométricos.
Por la misma calle se accede a la Glorieta donde se alza el castillo-fortaleza (siglo XVI) que el Virrey de Valencia ordenó levantar para acabar con los continuos ataques piratas. En la actualidad, se trata un gran centro cultural que alberga la capilla de la Virgen del Loreto y la sala municipal de exposiciiones, así como el Museo del Mar y de la Pesca y el Museo del mar.
Siguiendo por la calle del Muelle, se termina en la playa. A la izquierda, se encuentra el Acuario en el que se reproduce una parte de la fauna marina de la bahía de Santa Pola. En el lado derechos, nos adentramos en el puerto de Santa Pola.
Por otra parte, Santa Pola cuenta con un carril bici para pasear juntos a sus playas y calas. La figura de la torre vigía del Pepe anuncia que arranca la urbanización de Santa Pola del Este, declarada de interés turístico nacional. También os recomiendo visitar el Faro.
Finalmente, la torre vigía de Tamarit señala uno de los puntos de observación del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola, en el cual el flamenco rosa campas a sus anchas junto a las fochas y cigüenuelas.