Arjona es un bonito pueblo perteneciente la provincia de Jaén (Andalucía). Se halla a 44 kilómetros de Jaén y a 77 de Córdoba. Sobresale por ser un pueblo blanco yacogedor que se encuentra encaramado sobre un cerro que despunta sobre un mar de olivos.
En un muro del Ayuntamiento, casa señorial del siglo XIX, se alza la conocida lápida templaria, hace poco descrifrda como un tratado de Cábala relacionado con el antiguo Templo de Salomón. En el mismo patio existe un trono árabe tallado ex profeso por un artesano marroquí para la reputada película “Lawrence de Arabia”. En el piso superior, dos preciosas salas reproducen el aspecto que tuvieron los interiores de la Almabra cuando conservaban vivos sus colores.
Desde el Ayuntamiento, se accede a la plaza de Santa María, en la parte alta del pueblo, siguiendo el trazado de la majestuosa muralla en talud ibérica que sostiene el cementerio de los Santos , espectacular mirador desde el cual se otea más de 50 kilómetros de campiña olivarera e incluso las lejanas cumbres grises de Sierra Morena.
En la explanada del alcázar se alzan la iglesia de Santa María con su ejemplar de Bafomet templario, el santuario o Museo de las Reliquias y el Museo de Costumbres y Artes Populares. Junto a la iglesia está al antiguo aljibe del alcázar, almohade con inscripciones romanas en piedras reaprovechadas.
Por otro lado, el Museo de Costumbres y Artes Populares permite ver unas notables colecciones de objetos relacionados con la vida cotidiana y la cultra del olivo y del cereal. Además, destacan el Museo de las Reliquias y el Museo Arqueológico.
A renglón seguido, en un pequeño mirador de la plaza de Santa María, está la Piedra de la Luna, esfera llena de cráteres que recibió culto en un santuario precristiano y luego se usó como pedestal de una Virgen negra en la catedral de Jaén.
Finalmente, recomiendo dar un paseo por las callejuelas de la Judería medieval hasta la iglesia de San Juan, de origen gótico-mudéjar, que contiene la singular cripta neobizantina del barón de Velasco, revestida de mosaicos que dibujan un pantrocrátor y querubines de seis alas.
