La Plaza de Isabel II, también llamada como Plaza de Opera, se ubica en el centro de Madrid, cerca de la Gran Vía, la plaza de Callao, la calle Arenal, la calle Mayor, la Plaza Mayor, el Palacio Real y la Plaza de España. Es decir, en pleno centro de la capital de España.
Hasta el siglo XVII, en este sitio estaban los Caños del Peral, unas fuentes de este arrabal madrileño que eran usadas como lavaderos públicos. Había hasta 57 pilas para lavar.
En la actualidad, en esta plaza se levanta el Teatro Real, una estatua de la reina Isabel II y el Real Cinema. Asimismo cuenta con varias paradas de autobuses y la estación de metro de Opera. Se trata de punto de reunión, transporte y paseo de los madrileños y los turistas.
En el año 1708, Francisco Bartoli, empresario de una compañía de teatro italiana, edificó un teatro en los Caños del Peral. Sin embargo, su compañía fracasó en poco tiempo. En 1737, Felipe V apoyó la idea del marqués Scotti para levantar un nuevo teatro en aquel lugar, si bien nada se concretó. A partir de 1810, el teatro se cerró debido a su mal estado.
En 1817, el rey Fernando VII promovió la construcción de un teatro de ópera en los terrenos del teatro de los Caños del Real. Entonces, se derribó y arranco la eficiación del Teatro Real. Finalmente, el Teatro Real se inauguró el 19 de noviembre de 1850 bajo los planos del arquitecto Antonio López Aguado. Sus funciones dejaron de ser teatrales y fueron sustituidas por obras musicales, especialmente de ópera.
Por último, en el centro de la plaza, se puede observar una estatua de Isabel II, realizada por José Piquer y Duart en 1850, en la que se representa a la reina mirando hacia el Teatro Real. En el otro lado de la plaza, se encuentra el Real Cinema, en el sitio donde se alzaba la imprenta Ducazcal.