Torremocha del Jarama, un bello rincón madrileño

Torremocha del Jarama es un pequeño pueblo del norte de la Comunidad de Madrid. Se halla a 65  kilómetros de la capital de España y limita con la provincia de Guadalajara. En  un terreno llano, rodeada de cereal, viñedos y olivares y salpicada por las huertas que riega el río Jarama, se alza la singular Torremocha.

Esta localidad madrileña mantiene un notable quilibrio entre lo nuevo y lo viejo. De este modo, predominan las viviendas tradicionales de mampostería y adobe cubierto por tejados de teja árabe. Además, se comprueba un clara intención en recuperar el pozo artesiano de la plaza de San Isidro, la noria o la potenciación de las  actividades artesanales.

Por otro lado, la iglesia de San Pedro Apóstol es una visita ineludible, una vez contempldo  en el monumento a la Sierra Norte. San Pedro fue erigida  en el siglo XVI aprovechando otro templo románico y atalaya que hacía las veces de torre-campanario. Un atrio porticado renacentista con arcos carpaneles envuelve el templo por dos de sus costados. Una maravilla.

También hay que fijarse e  las pinturas góticas del ábside, del siglo XIV, con pantocrátor y galería de santos (San Pedro, San Pablo, Santa Agueda, San Juan, Santa Lucía, …).

Rodeado de una notable  colección de viejos carros y carretas, en el Centro Artesanal Torrearte se halla e Museo de la Agricultura. Plantea un viaje al pasado, no tan lejano, a través de los áperos y útiles que se usaban en las labores del campo a lo largo del ciclo estacional.

Fuera del núcleo del pueblo, a unos cuatro kilómetros, se alza la Casa de Oficios, levantada a fines del siglo XVIII por el conde de Carrabús para llevar la administración de sus propiedades en la vega del Jarama. Otro rincón digno de visitarse es el puente metálico que cruza el Jarama a la sombra de la vecina Uceda y junto a la remozada fábrica de harinas.

Finalmente, en Torremocha del Jarama, se celebra en el mes mayo la festividad de San Isidro, en julio la romería de Santiago, en septiembre el pisado de la uva y en noviembre el rito de la matanza.