Peñaranda de Duero es un pueblo de gran interés artístico-cultural, situado en el sur de la provincia de Burgos (Castilla-León), a 98 kilómetros de Burgos y 96 de Soria. Villa vinatera y antaño plaza fuerte en la línea del río Duero, creció a la sombra de su poderosa fortaleza.
Testimonios escritos del siglo XI ya citan una Peñaranda de Duero que formaba parte de la jurisdicción administrativa de Clunia; luego pasó a depender de San Esteban de Gormaz. Villa realengo en el siglo XII, en 1320 Alfonso XI la concedería al reputado linaje de los Avellaneda.
La visita arranca en el Castillo del siglo XV que mantiene la torre del Homenaje de planta cuadrangular. Desde este emplazamiento puede verse una preciosa panorámica de los campos de la vega del Duero. Asimismo, se conservan dos de las tres puertas de la muralla que se levantó en el siglo XV.
A continuación, se puede ir a la iglesia de Santa Ana. Para la portada renacentista se emplearon materiales extraídos de las cercanas ruinas de Clunia Sulpicia. Luego, se puede acudir al Palacio de los Condes de Arana que se encuentra frente a la iglesia, en la Plaza Mayor.
También sobresale la Farmacia Ximeno del siglo XVII. Guarda los instrumentos del antiguo oficio de boticario (alambiques, morteros, 230 tarros de cerámica talaverana) y es la segunda más antigua de España tras la de Llívia (Girona).
A doce kilómetros de Peñaradana de Duero se encuentran los restos de la antigua metrópoli romana de Clunia Sulpicia que fundó Tiberio y desapareció en el siglo X, arrasada por el musulmán Almanzor. El fuego sepultó la memoria arquitectónica de la villa medieval, si bien no pudo hacer lo propio con las sólidas construcciones públicas romanas.
En este lugar, quedan restos del foro, el teatro y de las termas públicas. El descubrimiento de piezas de orfebrería con simbología cristiana sugiere la existencia en Clunia Sulpicia de una de las más antiguas comunidades cristianas de la Península Ibérica.
