La Mezquita de Córdoba, una maravilla andaluza

Córdoba es una preciosa ciudad de Andalucía y famosa por su mezquita, considerada como uno de los edificios más bonitos del mundo. Su belleza, su historia y su legado cautiva de principio a fin. Una cita ineludible.

La Mezquita de Córdoba se inició  a finales del siglo VIII durante la dinastía de Aberramaán I. Su esplendor es equiparable a las mezquitas de los Omeya, en Damasco, y Al-Azhar, en Egipto. La obra arrancó  después de derribarse una iglesia gótica; en 1236, se consagró como catedral cristiana; luego, entre los siglos XVI y XVII se derribó parte de la mezquita para levantarse  en su interior la actual catedral de Santa María la Mayor.

El acceso tradicional al recinto se realiza por la puerta del Perdón, construcción mudéjar de 1377, y situada al pie de la torre del Alminar, o minarete, levantada por Abderramán III, pero cubierta totalmente por la actual, que data del siglo XVI: el austero campanario herreriano.

A través de la puerta del Perdón se accede  al patio de los Naranjos. Allí, un aljibe dispuesto por Almanzor se usa  recoger el agua de lluvia que asegura el suministro a los fieles para sus abluciones diarias.

Por la puerta de Las Palmas se llega a la sala de oración, un espacio mágico a causa de las perspectivas que proporcionan las 850 columnas (llegaron a ser más de 1.000) de procedencia romana, binzatina y visigótica. Toda ellas están unificadas en su altura por arcos de herradura y que soportan a su vez los arcos estructurales de medio punto.

Además, sobresale  la espléndida capilla de Villaviciosa y la previa al mihrab, toda cubierta de mosaico. La Capilla Real fue reacondicionada en el siglo XVI para acoger los sepulcros de los reyes castellanos Fernando IV y Alfonso XI.

Por último, la mezquita de Córdoba se remata con el mihrab, bellamente decorado con mármoles y mosaicos vidriados de exuberante policromía. Encima, el nicho tradicional es una cámara coronada por una cúpula tallada en un solo bloque de mármol.