Atienza es un bello pueblo de la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha). Se trata de una importante villa con hondas resonancias medievales, recostada en un escarpado cerro que corona la magnífica estampa del castillo roquero. Los monumentos que quedan en pie certifican su antiguo esplendor como enclave estratégico en la línea divisoria de las dos Castillas, en una comarca plagada de sitios históricos y centros artísticos de la Edad Media y el Renacimiento.
La visita a Atienza debe arrancar en la plaza del Ayuntamiento que es como un rellano, con soportales, casas hidalgas y una singular fuente barroca con tres delfines. Cerca se encuentra el arco de San Juan , más conocido popularmente como arco de Arrebatacapas, que es lo que queda de una puerta en la destruida muralla y que da acceso a la plaza del Trigo.
La plaza del Trigo, llamada oficialmente San Juan del Mercado, es el vértice de la visita a esta villa manchega y una de las plazas más bonitas de Castilla-La Mancha, de trazado medieval, con la iglesia de San Juan, balcones, soportales, palacios nobles y casas.
La iglesia de San Juan es la única parroquia abierta el culto en la actualidad de las 12 iglesias que exitieron en Atienza. Desde la plaza del Trigo, se accede al castillo inexpugnable en lo todo lo alto. Descendiendo del castillo, se llega la iglesia de Santa María del Rey, actualmente convertida en cementerio. Cerca se encuentra la iglesia de la Trinidad.
En la parte baja del pueblo sobresale la iglesia de San Gil, que solamente conserva el ábside románico del siglo XII. El resto se ha restaurado y acoge el Museo de Arte Religioso de Atienza. También destacan la iglesia de San Bartolomé y la de la Virgen del Val.
Por úlitmo, recomiendo probar su rica gastronomía: corderos, cabritos, cerdos, bizcochos y vinos. No hay mejor idea para finalizar la estancia de la singular Atienza.
