El Palacio de Carlos V, una joya de la sin par Granada

    El Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada representa el mejor ejemplo del clasicismo renacentista español de raíz italiana. Cuando se visita la bella e histórica Granada, además de La famosa Alhambra y otras joyas de la ciudad que se encuentra a las faldas de Sierra Nevada,  hay que dedicar unas horas para visitar y pasear por este espléndido palacio.

    El Palacio de Carlos V está ubicado en la colina de la Alhambra. La intención Carlos V al erigir su palacio real en la  misma Alhambra supone toda una alegoría del triunfo del cristianismo sobre el Islam en la Reconquista. Fue en 1492 cuando  los Reyes Católicos conquistaron  Granada, poniendo fin a la Reconquista.

    No hay que paga nada por visitar el Palacio de Carlos V, pues  se puede conocer con la misma entrada con la cual se accede a La Alhambra. Así, por un módico precio se pueden ver dos hitos granadinos.

    Palacio de Carlos V en La Alhambra de Granada

    Por otro lado, hay otra causa que explica el motivo por el cual Carlos V eligió este lugar para levantar su palacio real. En sus primeros meses nupciales con Isabel de Portugal, con quien contrajó matrimonio en 1526, Carlos V se enamoró perdidamente de los palacios y los jardines de la Alhambra. De esto modo, un año más tarde,  el emperador-rey decidió ordenó las obras del palacio real al arquitecto Pedro de Machuca. Las obras se levantaron sobre las antiguas caballerizas de los palacios mulsumanes.

    Después del fallecimiento de Pedro de Machuca (había dejado concluidas las fachadas, salvo la de poniente y mediodía) en 1550, le reemplazó su hijo Luis quien finalizó el patio circular. En 1619, se  concluyó la columnata alta del patio y  en 1637 las obras se pararon.

    No fue hasta1923,  cuando Leopoldo Torres Balbás empezó  un programa de recuperación del palacio que ratificaría el arquitecto Francisco Prieto Moreno  con la inauguración del Museo de Bellas Artes de Granada y el Museo de la Alhambra en el año 1958. 

    En el Palacio Real de Carlos V sobresale su sublime  patio circular de 30 metros de diámetro. Respresenta  recinto ideal para el espectáculo toda vez que  permite una notable  visibilidad desde todos los puntos circundantes. El piso inferior es de orden dórico, coronado por un  singular juego continuo de tigriflos y metopas, en tanto  el superior a apuesta por el orden jónico.

    En definitiva, si viajas a Granada y visitas La Alhambra, no queda más remedio que dedicar un rato a conocer este palacio real. Solo por ver su patio merece la pena. La grandeza de España se refleja en el Palacio de Carlos V.

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