Uno de los pueblos más pintorescos de la Costa de la Luz es Conil de la Frontera. Su privilegiada ubicación frente a la costa del Atlántico y su sangre andaluza convierten a este precioso municipio en una visita imprescindible.
La economía de este municipio se basa principalmente en la pesca y el turismo estacional, es por ello, que durante la visita también se recomienda hacer un recorrido gastronómico por sus platos típicos.
La comida de esta zona está influenciada por los productos del mar. Se puede decir que el producto estrella es el atún y uno de los platos que más se reclaman es el atún encebollado y a la plancha. Además, como también ocurre en otras poblaciones gaditanas el pescaito frito es un gran reclamo para los turistas, es por ello que buscan freidurías especializadas para degustar tan rico manjar.
Otro plato tradicional son los calamares rellenos al estilo de Conil, la receta consiste en rellenar calamares de potera con una mezcla de perejil, huevo duro, jamón picado y sal. Luego se sofríen con ajo cebolla y laurel y finalmente se cocinan a fuego lento con vino blanco de la zona. Un placer para el paladar!
Los tomates y pimientos de la zona también son un rico tesoro, así que no hay que perderse el tradicional gazpacho andaluz elaborado con tomates, pimientos verdes, dientes de ajo, pepinos, aceite de oliva, vinagre de vino y pan blanco. Una bebida con muchas vitaminas y nutrientes ideal para beber muy fría en los calurosos días de verano.
La morcilla, los chicharrones y el lomo en manteca tienen mucha fama. Éste último se suele tomar untado en tostadas para acompañar el desayuno o la merienda.