Saldaña, un hito palentino

Saldaña es un precioso pueblo perteneciente a la comarca de Vega-Valdavia, en la orilla del río Carrión, en la la provincia de Palencia (Castilla-León). Se halla a 65 kilómetros de Palencia.

Saldaña fue una plaza clave tanto con los celtíberos como en la época romana. Su potencia agrícola iba a consolidarla entre los más ricos señoríos del Reino durante la Edad Media. La villa fue cabecera de más de cien pueblos del contorno. Cuenta con  una arquitectura de calles soportaladas, construcciones rústicas y numerosas mansiones blasonadas con porche, correspondientes a los siglos XV y XVI. Sobresale su hermosa Plaza Vieja, corazón social y artístico de Saldaña, en la que llaman la atención sus soportales de auténtico sabor castellano.

El casco histórico de Saldaña se ubica en torno a las plazas del Trigo y España. Saldaña es el típico pueblo castellano de calles soportaladas, construcciones rústicas y diferentes mansiones blasonadas con porche, correspondientes a los siglos XV y XVI.

Los escudos heráldicos de ilustres linajes castellanos (Eraso, Ossorio, Cartagena, Calderón) se contemplan en estas casonas entre las cuales destacan el palacio del Marqués de Valdavia construido entre los siglos XV y XVI, aunque su aspecto evolucionó a lo que hoy en día  vemos a caballo entre los siglos XVII y XVIII.

A renglón seguido, se pueden ver  las ruinas del castillo de los Duques del Infantado. Fue en tiempos arrogante fortaleza y el marco en el que falleció la princesa doña Urraca, hermana del rey Alfonso VI de Castilla. Data del siglo XI.

En el ámbito religioso, Saldaña tiene tres magníficos  edificios. La iglesia de San Miguel es de fábrica gótico-mozárabe (siglo XV). Según parece Gil de Siloé realizó el retablo plateresco de su sacristía, donde también se guarda un sepulcro triple, con las estatuas yacentes de un caballero y dos damas apostadas a sus flancos. Finalmente, se deben visitar el santuario de la Virgen del Valle a las afueras del pueblo y la iglesia de San Pedro.