La Alberca es un precioso pueblo de la comarca de la Sierra de Francia-Quilamas, en la provincia de Salamanca (Castilla y León). Es la población más conocida de este rincón de esta sierra salmantina. Desde el año 1940 es un conjunto artístico nacional. Se encuentra a 78 kilómetros de la bella Salamanca.
Los productos albercanos que se pueden comprar son las excelentes chacinas, con un adecuado proceso de cura, la miel, obtenida a partir de la amplia variedad floral de la zona, las obleas y el turrón. También sobresale el arte del bordado serrano, que alcanza su máximo cénito en la gran variedad y riqueza de trajes femeninos usados en las fiestas albercanas.
El caserío de La Alberca es un espléndido conjunto de arquitectura popular en el que se combinan con amplia variedad y estilo los usos arquitectónicos propios de la comarca: casas de tres plantas sobre bases de granito y fachadas con entramados de madera, cuyos huecos se compactan con piedras, argamasa o barro.
Los diferentes niveles se disponen en saliente, de manera que los grandes voladizos y aleros de los edificios apiñados tienden a juntarse en la altura y las calles empedradas quedan envueltas en una pintoresca atmósfera de luces y sombras.
La hermosa Plaza Pública, porticada en tres de sus flancos se organiza en torno a un artístico crucero, que se leavnta sobre una columna labrada con los símbolos de la Pasión y coronada por una cruz de doble faz: de un lado se efigia el Crucificado y del otro la Virgen. Bajo los soportales se abren, bares, tiendas y otros locales y, a la derecha, la Casa Consistorial.
Por último, la iglesia parroquial es, en lo fundamental, obra del siglo XVIII, con dos portadas y una poderosa torre. En el interior, de tres naves, destacan el púlpito granítico (siglo XVI), con relieves polícromos, y la talla en madera del Cristo del Sudor, obra vallisoletana de 1571 que preside uno de los bellos retablos barrocos.
