El Museo de Historia de Barcelona se dedica a conservar, estudiar, documentar, divulgar y dar a conocer el patrimonio histórico y la historia de Barcelona desde sus orígenes hasta hoy en día.
Su sede principal se ubica en la Plaza del Rey, en el corazón de la Barcelona antigua. Además, tiene la gestión de varios centros patrimoniales alojados por los distritos y barrios de la capital de Cataluña . Se inauguró el 14 de abril del año 1943, siendo su primer director el historiador Agustí Duran i Sanpere.
Este museo barcelonés está abierto de martes a sábado entre las 10.00 y las 19.00 horas, y los domingos entre las 10.00 y las 20.00 horas. Cierra los lunes. La entrada general vale siete euros.
El Palacio Real fue residencia oficial de los reyes de la Corona de Aragón. El conjunto contiene el Saló de Tinell, una gran estancia gótica del siglo XIV con arcos semicirculares de 17 metros. Todo apunta a que en este lugar los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón después su regreso de América.
A la derecha, encima de un lienzo de la muralla romana, se levantó la capilla de Santa Agata, con un precioso artesonado y un retablo pintado por Jaume Huguet en 1466. El campanario aprovechó una parte de una atalaya de la muralla romana. Una escalera ubicada a la derecha del altar lleva hasta la torre del siglo XVI de Martín el Humano, último gobernante de la Corona de Aragón.
Por otro lado, lo más interesante del Museo de Historia de Barcelona se encuentra en sus profundidades. En los cimientos de la construcción, se puede ver las calles y plazas de la vieja Barcino caminando por unas pasarelas suspendidas sobre las ruinas.
Este yacimiento fue encontrado cuando la Casa Clariana-Padellás, el edificio gótico por el que se accede al museo, fue trasladado piedra a piedra en 1931, proceso que está registrado en una magnífica exposicion.
Por último, las conducciones del agua, los baños, las casas con mosaicos, las lavanderías e incluso un foro representan uno de los conjuntos romanos subterráneos más extensos del planeta.
