El Valle del Jerte es una preciosa comarca del extremo nororiental de la provincia de Cáceres (Extremadura). Se trata de un valle idílico, cerrado entre los murallones de las estribaciones de Gredos con bosques de robles y castaños, y campos de cerezos que lo tapizan. Además, sobresalen bellos y apretados caseríos y, como colofón de la ruta, la monumental ciudad de Plasencia.
El recorrido arranca por Tornavacas, pueblo de altura que está encerrado en el anfiteatro que conforman los Picos de Gredos y la sierra de Béjar, bajo el nacimiento del río Jerte. Es un paso obligado para acceder al valle del Jerte.
El tramo de la carretera que conduce al corazón del valle es un perfecto ejemplo para valorar la belleza de este enclave extremeño. Son parajes que invitan a la observación de la naturaleza. De este modo, se llega a la localidad de Jerte. Su casco antiguo está compuesto por el barrio de Bueyes, superviviente al fuego de la Guerra de la Independencia, y que conserva parte de su antiguo atractivo.
Después, se visita Cabezuela del Valle. Ubicado entre dos cerros, su caserío gira en forma laberínticas en torno a la plaza porticada , con amplios soportales que descansan en rectas pilastras de madera.
La ruta sigue por Navaconcejo, una población bordeada por el Jerte que cuenta con alguna calle en la que predominan las casas de adobe y entramado de madera con floridas balconadas y amplios aleros. En Valdastillas destaca su urbanismo en el que sobresalen los rincones estrechos y tortuosos llenos de encanto.
En la dirección hacia la Garganta de Olla, se puede ascender hasta la aldea de Piornal que goza de preciosas vistas del Valle del Jerte. En el descenso se debe acudir a El Cabrero prosiguiendo hasta la aldea Casas de Castañar, otro sublime mirador del valle.
Finalmente, el curso del Jerte concluye en Plasencia, su capital fundada por Alfonso VIII en 1186. Se trata de una bella ciudad en la que llama la atención su soberbia catedral, su intrincado callejro, sus palacios, sus casonas blasonadas , su Plaza Mayor, etc.
