Se usa el lema «Cantabria infinita» para resaltar la sorprendente variedad de posibilidades que presenta este territorio del norte de sapaña. Os recomiendo visitar y conocer Cantabria.
En una misma jornada podemos viajar de las playas de San Vicente de la Barquera al corazón de los Picos de Europa, o pasar de practicar el deporte de aventura en los ríos Deva o Saja a extasiarnos con las cabañas pasiegas engastadas en un paisaje donde el tiempo parece haberse congelado, o saltar de las cuevas prehistóricas con arte rupestre, no sólo la de Altamira sino muchas otras, al Museo de Arte Contemporáneo en el palaico de Elsedo.
También existe la opción de saborear las excelencias de un tradicional cocido montañés en Cabuérniga, de deleitarse con la música en vivo y los mejores comibinados en los establecimientos de Santander, o contemplar la mayora concentración europea de elefantes africanos en el parque de la naturaleza de a Cabárceno.
Además, podemos practicar el golf en varios campos situados en bellos parajes santanderinos. Y para dormir por la noche, uno puede elegir entre un alojamiento rutal en el lindero de un bosque o alojarse en un reputado balneario como Puente Viesgo, Liérganes o La Hermida.
Por otro lado, la gama de playas y calas de Cantabria abarca todas las expectativas, desde las más urbanas como las de Santander, Laredo, Suances o Comillas hasta las más salvajes como Guerra (Val de San Vicente), Los Caballos (Miengo) o las que se recogen entre los duros acantilados de la Costa Quebrada, pasando por aquellas en las que se practica el surf (Los Locos, Valdearenas, Berria) o el nudimos como La Arena, Liendo o Langre.
Por último, no hay que olvidarse de pasear por la bella Santillana del Mar, cabalgar en Liencres, sobrevolar a bordo de un ultraligero los brillantes perfiles de los acantilados de la costa, pedalear por el trazado de un carril bici en Santander, Suances o Puente Viesgo, o esquiar en la estación invernal de Alto Campoo.
En definitiva, Cantabria cumplirá todas las expectativas del turista. Un lugar que merece mucho la pena visitarlo. Sin duda, Cantabria es infinita.
