A partir del próximo 5 de septiembre y hasta el 28 septiembre, el Museo de la Historia de Nerja (Málaga) acogerá la exposición ‘Iconos, donde no existe el tiempo», que exhibirá 58 obras del arte iconográfico ruso, pertenecientes a los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.
La muestra, una selección de piezas de la colección propieda de la Fundación Faustino Orbegozo, está compuestas por iconos alusivos a divinidades y santos de la iglesia ortodoxa rusa, como la Virgen, el pantocrátor, varias escenas bíblicas y representaciones del santoral.
El icono, palabra cuyo origen se halla en el griego bizantino y significa imagen, se trata de una pintura sacra hecha sobre un soporte portátil, la mayoría de las ocasiones de madera cubierta con una fina capa de yeso, a la que se le puede aplicar una tela de lino. El dibujo, realizado con buril, se recubre con colores opacos al temple o cera.
Entre las características que hacen especiales a estos iconos sobresalen la necesidad de que se ajusten a unas pautas definidas, lo que las hace muy hieráticas, estáticas y planas; o que el autor, al que no se define como pintor, sino como escritor de iconos, jamás firma la obra toda vez que se considera que el autor real de la misma es Dios, que la hace a través de la mano del escritor.
De este modo, el carácter divino de estas obras es tal que no pueden denominarse iconos hasta que el pope, el sacerdote, las consagra tras haber certificado que se ajustan a las pautas establecidas de temática, color, forma o profundidad. Hasta ese instante, la obra sólo es considerada como una pintura, y una vez consagrada ya se puede llamar icono.
Por último, hay que recordar que Nerja es una localidad de la provincia de Málaga (Andalucía) y el pueblo más oriental de la comarca de la Axarquía. Se halla a tan sólo 52 kilómetros de Málaga.