Tafalla, un icono navarro

Tafalla es una preciosa ciudad de Navarra, ubicada en la Merindad de Olite, en la comarca homónima de la que es el centro comercial y ecónomico, en la Navarra Media Oriental y a 35 kilómetros al sur de  Pamplona.

La visita a Tafalla puede arrancar en  la monumental Iglesia de Santa María (siglo XVI) que está en pleno corazón de la población. De la misma época es el formidable retablo mayor renacentista, la obra más importante del escultor Juan de Anchieta, si bien fue finalizado por su discípulo Pedro Gonzáleza de San Pedro.

De Anchieta es también un Crucificado situado en el retablo del Santo Cristo del Miserere. La imagen del patrono San Sebastián fue hecha en piedra policromada por el escultor borgoñón Jehan Lome hacia 1426. Además, sobresale al órgano barroco con su caja de 17 ángeles músicos.

Luego, se puede ver la iglesia de San Pedro, documentada desde el siglo XIII, y que es el edificio más antiguo de Tafalla; en ella, destaca la portada gótica de cinco arcos apuntados. La iglesia de los Escolapios es un edificio de finales del siglo XVII.

El recorrido espiritual por Tafalla puede concluir en el convento de Concepcionistas Recoletas (siglo XVII) cuyo retablo mayor, proveniente del monasterio de La Oliva, es la obra más relevante del manierismo navarro. La familia de los Mencos, fundadora del convento, dispone de  un mausoleo barroco, y su vecino palacio de los condes de Guenduláin. Además junto a los Escolapios está  el palacio de los marqueses de Feria.

Por último, hay que fijarse en la casa de los Mariscales de Navarra, cerca de la iglesia de San Pedro. Conocida también como la Casa del Cordón por los adornos de su fachada renacentista, que incluye arquillos en el ático y dos torres. Además, existen  otras casas palaciegas de los siglos XVI al XIX, que dan a Tafalla un singular empaque, a tono con su histórico pasado.

En definitiva, si viajas por Navarra te recomiendo dedicar una jornada para conocer Tafalla. Te sorprenderá de principio a fin.