No podemos irnos de Logroño, capital de La Rioja, sin una botella de vino. Las venden por todas las partes, pero algunos establecimientos recomendables son: Vinos de Rioja (San Agustín), que tiene un servicio de envío a domicilio; La Catedral del Vino (Portales, 25), que además de los famosos caldos de Marqués de Murrieta, venden aguardientes de Ezcaray, espárragos de la marca «cojonudos» y otras delicias riojanas; y Jelen Rioja (Marqués de Murrieta, 5).
En Casa Eduardo (Capitán Gallarza) hay jamón ibérico riojano y buenos embutidos, mientras que en La Casa del Pimentón (Sagasta, 1) se encuentra todo tipo de especias e infusiones, amén de un amplio muestrario de pimentones.
En la golmajería (o pastelería) La Golosina tienen las famosas pastillas de café con leche Solano, fabricadas en esta tierra, además de otros dulces, mientras que en Viena (Chile, 129) y San Millán (plaza Fermín Gurbindo, 6). Además, hay que darse un paseo por el Mercado de Abastos de San Blas.
Por otro lado, en la plazuela de Barriocepo se concentran gran cantidad de anticuarios, como Eduardo Barrás, Equizabal y Revellin, con todo tipo de artilugios, cachivaches y objetos curiosos.
El botero Felix Barbero (Sagasta) fabrica botas de vino de una sola pieza de diferentes pieles y tamaños. En el trabajo de la madera (tonelería y talla), el nombre de Francisco Martín Domingo, artista bargueño, ha alcanzado fama internacional con la reproducción de muebles antiguos.
En alfarería destacan los talleres de Marian García Guerra (Huesca, 19), Estrella Lozano (Caballerías, 2) y Asunción Manero (Parque del Carmen, 5). Otras curiosidades pueden ser Gregorio Biribay (Murrieta, 36), dedicado a la fabricación de pelotas de frontón, y los encajes de bolillos de Ana Belén Martínez (Múgica, 15).
Por último, para los amantes del fútbol hay que acudir a la tienda oficial del C.D. Logroñés (General Vara del Rey) donde se encontrarán innumerables objetos del equipo riojano.
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