Un paseo por los monasterios de La Rioja

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Si bien existen monasterios documentados en La Rioja incluso de la época romana, la mayor parte de los existentes hoy en día tienen su origen en la repoblación que los monarcas cristianos potenciaron a lo largo de la frontera musulmana. La ruta de los monasterios es una  amena y preciosa manera de conocer La Rioja.

En San Millán de la Cogolla, se alzan  dos monasterios declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El más antiguo es el de Suso que fue erigido entre los siglos VI y VII. Cuenta con  las cuevas primitivas de los monjes, el cenobio visigótico y las tumbas de los siete infantes de Lara y de tres reinas navarras.

Asimismo, recomiendo ver la iglesia y el scriptorium donde se escribieron en el siglo X las  Glosas Emilianenses, unas anotaciones al margen de un códice que supone el primer testimonio escrito del castellano y el euskera.

Por otro lado, el Monasterio de Yuso fue levantado entre los siglos XVI y XVIII sobre el lugar de un antiguo cenobio del siglo X. Tiene un espléndido claustro tardogótico, una bella  iglesia y una sublime sacristía.

En Casalarreina, se encuentra  el monasterio de Nuestra Señora de la Piedad que se inauguró en 1522. Un muro ciñe el conjunto monacal el cual consta de iglesia, claustro y dependencias monásticas.

En Cañas, está  Santa María del Salvador, el monasterio cirterciene femenino más antiguo de España, construido en el siglo XII. En Nájera, se encuenra Santa María la Real, fundado en el siglo XI, si bien su actual aspecto es de épocas posteriores. Destaca  su hermoso claustro de los Caballeros, así llamado por las tumbas que alberga; el Panteón de los reyes fundadores; el coro; y los sepulcros de Blanca de Navarra y Manrique de Lara.

En Anguiano, Santa María de Valvenera alberga la imagen de la Virgen homónima, una bella talla románica policromada del siglo XI, patrona de La Rioja. El monasterio sufrió bastantes  daños por parte de las tropas napoleónicas y la mayor parte de las edificaciones que puedenverse hoy en día son construcciones del siglo XX.

Por último, el monasterio de Vico, ubicado a unos 4 kilómetros de Arnedo, se fundó en 1546 por el franciscano Fray Lope de Salinas. Ofrece una preciosas vista sobre el valle de Cidacos y la ciudad de Arnedo. Encima, se puede comprar repostería, artesanía de gallincho y cerámica elaboradas por las monjas de la comunidad que allí reside, de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia.