Illescas, una bella localidad entre Madrid y Toledo

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A medio camino entre Madrid y Toledo (concretamente a 35 kilómetros de cada uno), Illescas es una notable población industrial, con un importante pasado histórico, y actual capital de la comarca de La Sagra (Toledo). Adquirió fama en la antigüedad por ser lugar de visita y residencia temporal del rey Felipe II. Actualmente es una  próspera población que conserva una sobresaliente colección de obras de El Greco.

El recorrido Illescas  aúna obras arquitectónicas destacables con unos atractivos  yacimientos arqueológicos en sus alrededores. Su patrimonio arquitectónico se concentra especialmente en la Plaza Mayor y la plaza de los Infanzones.

En la Plaza Mayor se encuentra  el monumento arquitectónico más destacado de la ciudad, la iglesia parroquial de la Asunción, una construcción gótico-mudéjar de los siglos XIII al XVI, en la que hay que fijarse en  su espléndida torre mudéjar. Esta torre, construida  en el siglo XIX, es una de las torres más representativas de la comarca en su género e incluso es denominado como  “La Giralda de la La Sagra”.

Además,  recomiendo visitar  la plaza de los Infanzones, donde está  el hospital santuario de Nuestra Señora de la Caridad, de los siglos XVI-XVIII, que alberga  varias pinturas de El Greco. Entre ellas, sobresalen el retablo mayor y dos menores adosados a los muros del crucero, así como los cinco espléndidos lienzos que en ellos se enmarcan.

Muy cerca se halla la Puerta de Ugena (siglo XI), obra mudéjar hecha  en piedra y ladrillo, único vestigio del antiguo recinto amurallado de la villa. Además, , merece la pena visitar el convento de los Concepcionistas Franciscanas, barroco de los siglos XVI-XVII. Actualmente habitado por monjas de clausura, solamente puede visitarse la capilla.

Finalmente, hay que acudir al yacimiento de El Cerrón, poblaco celtibérico de enorme  importancia arqueológica que llama la atención  por su famoso relieve de los Aurigas. Por último, a unos siete kilómetros se encuentra  la villa de Carranque que acoge un interesante yacimiento arqueológico formado por una villa romana, una basílica y bellos mosaicos.