Las salinas, un nuevo atractivo turístico

Utilizada a lo largo de la historia como conservante alimenticio, la sal cuenta con un nuevo uso de tipo turístico. Se está convirtiendo en un puntal para favorecer el desarrollo rural de algunas zonas de interior de España, que potencian la reconversión de sus salinas como novedoso atractivo turístico.

Así, por ejemplo en Imón, en Sigüenza (Guadalajara)  hay unas salinas sin apenas actividad extractiva que generan numerosas  visitas o la denominada Ruta de la Sal, un proyecto coordinado desde la Diputación de Álava con el objetivo de  impulsar el turismo en trece salinas de toda Europa.

Esta iniciativa se denomina «Ecoturismo en salinas del Atlántico: una estrategia de desarrollo integral y sostenible-Ecosal Atlantis»  y forma parte del programa de cooperación de Espacio Atlántico.


Entre las salinas españolas, además del valle salado de las Salinas de Añana en Álava, se encuentran las situadas en Huelva, Cádiz y Sevilla. Conocer estas salinas atrae a muchos turistas, sobre todo, durante los fines de semana y los puentes.

Los planes de los propietarios de las salinas pasan por volver a extraer sal y recuperar las salinas antiguas para realizar visitas guiadas. De este modo, en otros puntos de la geografía de España, como en la comarca de la Subbética de Córdoba, se apoya desde los grupos de desarrollo la actividad de las últimas explotaciones de sal para que no dejen de comercializar una sal que se extrae de manera artesanal.

En pleno geoparque de la Subbética se extrae sal de mesa natural, denominada como «sal del Mar de Tethys«, cuya formación data de hace más de 200 millones de años. Hoy en día, se extraen unos 200.000 kilos de sal cada año, que sólo comercializan en la comarca.

En definitiva, os recomiendo visitar alguna de las muchas salinas que hay en España. Os sorprenderá y enganchará desde un primer momento. Una nueva forma de hacer turismo por España.