Artà, un precioso enclave mallorquín

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Artà es un bello pueblo ubicado en la isla de Mallorca y perteneciente a la comarca de Llevant (Islas Baleares). Se encuentra  a 70 kilómetros de Palma de Mallorca. Las edificaciones de Artà armonizan con la gran belleza de la costa, en muchos tramos virgen, y de su singular paisaje rural.

Los restos talayóticos de Ses Païsses  vienen a demuestrar que la zona fue objeto de ocupación humana desde hace varios  milenios. Lo mismo que los pequeños guerreros de bronces (siglo V a II antes de Cristo) que se pueden ver en el Museo Regional, situado en la plaza del Ayuntamiento.

Hacia el año 1302, el rey Jaume II usó este lugar, muy agreste, como cazadero, repoblándolo de jabalíes, cabras, ciervos y faisanes. Por otra parte,  destaca sobremanera el Castillo de Sant Salvador, recinto de murallas en la cima del monte al pie del cual se alza Artà; fue erigido a lo largo del siglo XIII.

En el interior del castillo se halla el Santuari de la Virgen de San Salvador. El templo original fue quemado con el fin de evitar contagios, toda vez que fue  utilizado  como hospital de apestado a lo largo  del siglo XIX. Todavía conserva una preciosa talla medieval de la Virgen.

Por otro lado, al permanecer ajeno en cierto modo al impacto del turismo, Artà y sus habitantes han podido mantener intactas sus tradiciones festivas (fiestas de Sant Antoni Abat (con sus demonios y foguerons), artesanales (bordado mallorquín, artesanía de palma) y gastronómicas (panades, robiols, sobrasada).

Finlamente, a casi  diez kilómetros hacia el norte, se encuentra situada la ermita de Betlem (1806), próxima a la Colònia de Sant Pere y con maravillosa vistas de la costa. Un poco más al oeste están  las enigmáticas formaciones de una necrópolis talayótica: Son Real.