La Puerta de los Serranos, un hito valenciano

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La Puerta de Serranos es una de las doce puertas que custodiaban la antigua muralla de Valencia.  Su nombre puede procede de que están ubicadas al noroeste del casco antiguo de la capital de la Comunidad Valenciana  y, por ello, representaban  la entrada natural que comunicaba con los caminos que iban a Los Serranos (el camino real de Zaragoza, que confluía en ese mismo lugar con el camino real de Barcelona). NO obstante,  otra teoría afirma que pudo tomar el nombre de la principal familia que vivía en la misma calle.

La Puerta de Serranos es un notable icono de la ciudad de Valencia y uno de sus monumentos mejor conservados hoy en día. Las obras se iniciaron el 6 de abril de 1392, cuando el Consejo de la Ciudad empezó a dotar a  Valencia de unas nuevas murallas. Las obras finalizaron el 19 de marzo de 1398 y la puerta tenía un  foso, rastrillo y puente levadizo, recorrida en su frente por un camino de ronda.

Más que un reducto defensivo con carácter militar, se transformó en una majestuosa entrada a manera de arco triunfal. Un sitio en el  cual magistrados, consejeros y otras autoridades celebraban las recepciones protocolarios de nobles, reyes y prelados eclesiásticos.

Perdido su carácter defensivo y testimonial a fines del siglo XVI, sufrió algunas transformaciones al ser convertida en cárcel para nobles. Con la demolición de las murallas en 1865, serían derribadas todas sus puertas salvo de las Serranos y Quart, que fueron conservadas porque sus torres servían como presidio.

Pese a ser una obra de carácter militar, cuenta con  ciertos refinamientos ornamentales góticos, como la portada de arco, la portada de aroc semicircular, ligeramente apuntada, el dovelaje radial y los escudos. Sobre la puerta existe una tracería gótica de arquillos ciegos, al mismo tiempo que una moldura horizontal recorre todo el frente exterior.

En la actualidad, la Puerta de Serranos se puede visitar y ascender hasta su cima desde donde se obtiene una espléndida panorámica de Valencia. Además, se suele utilizar  para varios actos en la Valencia como la crida de las fiestas de las fallas, donde, a finales de febrero, la fallera mayor llama a los valencianos y falleros a comenzar las fallas.